¿Cuál es el impacto de la actividad lúdica en el campo formativo de
lenguaje y comunicación?
Mtra. Rosa Emilia Gutiérrez Castañeda
Al conceptualizar el juego como una estrategia
didáctica que abarca la parte cognitiva, social, intelectual, moral, emocional,
motora, comunicativa y motivadora del ser humano que se apega al
constructivismo porque es una manera de ofrecerle al alumno la libertad de
explorar, indagar y construir aprendizajes; me permito señalar que es una
excelente herramienta para trabajar el campo formativo de lenguaje y
comunicación debido a que permite generar ambientes de aprendizaje dinámicos y
junto con ello acarrea otras bondades como las que cito a continuación.
Lo primero que se logra a través de una didáctica
lúdica es disminuir la apatía hacia actividades o temas del campo formativo de
lenguaje y comunicación que generalmente califican como aburridas; además, con
los juegos se tiende el puente hacia la creación de un ambiente de trabajo
cálido, agradable, creativo, interactivo y divertido en el que aumentan las
condiciones positivas para la construcción de aprendizajes significativos. Por
tanto, es posible despertar el interés de los alumnos por el estudio y disminuir dicha apatía.
Todo tipo de juego
didáctico puede aplicarse en este campo formativo; lo único que debe cuidarse
es la vinculación con algún tema de reflexión y la adaptación a las necesidades
grupales. Pero aquí cabe mencionar que para los alumnos son más atractivos
aquellos juegos donde se mezcla la coordinación de funciones motrices o que
guardan relación con juegos tradicionales, pues las técnicas pasivas o con
actividades manuales sí los motivan e involucran en el proceso mas no las
catalogan como aprendizaje divertido.
Es importante tener presente
que los juegos didácticos dan pie a una algarabía llena de gritos, emociones, movimientos y
convivencias que en ocasiones los maestros llamamos desorden, pero no es así
porque todo esto da acceso al enfrentamiento y solución de retos o situaciones
que propician el desarrollo de competencias como la comprensión de textos, la
expresión oral y escrita, la argumentación de opiniones, el estudio de la
gramática, el análisis literario y el trabajo colaborativo.
Además, los juegos involucran la
vivencia de valores aminorando así las faltas de respeto, los golpes,
aventones, peleas y, por añadidura, la indisciplina del grupo, lo cual en
realidad no es un problema en los grupos como se cree, pues muchas de las
veces los jóvenes hacen desorden y no
trabajaban porque las actividades no les son interesantes ni significativas.
Por otra parte, la actividad lúdica en las aulas es
otra alternativa para involucrar el uso de las TIC y cubrir las expectativas,
necesidades e intereses de los alumnos gracias a la gama de oportunidades didácticas que se
brinda a los alumnos.
Sin embargo, es importante tener cuidado con la
metodología de cada técnica lúdica porque no se trata de jugar por jugar sino
de jugar para aprender; además los juegos deben involucrarse poco a poco a
través de secuencias didácticas diversificadas. En tal sentido debe haber
clases con juegos y clases sin juegos de tal manera que los alumnos puedan
percibirlos como una verdadera forma de trabajo, siempre y cuando guarden
estrecha relación con algún contenido temático a fin de lograr un mejor
aprovechamiento sin que las clases se conviertan en una práctica rutinaria.
En conclusión, la actividad lúdica tiene un impacto
favorable tanto en el desarrollo de competencias comunicativas como en la formación
integral de los alumnos.